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POBREZA EN MÉXICO ¿SE PUEDE DISMINUIR?

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¿Se puede disminuir la pobreza?

 

Por: Miriam Weissberg

En su artículo de hoy, “El Círculo Vicioso de la Lucha Contra la Pobreza”,  Pascal Beltrán del Río hace un análisis de la lucha contra la pobreza que se ha llevado a cabo en México, en los últimos 10 años. Y habla de cómo del 2008 al 2018, no ha habido resultados verdaderamente positivos de los intentos que se implementaron y, como él dice, probablemente se ha debido a que lo han hecho a través de subsidios, de dádivas a los pobres, transfiriéndoles dinero público y no del empleo.

En más de una ocasión, teniendo la oportunidad de hablar ante alumnos de las universidades o en entrevistas que me han hecho, he insistido en que una posibilidad de disminuir la pobreza es mediante el empleo.

Pero no basta con decirlo. Hay diversas acciones que se deben llevar a cabo para lograrlo. Tenemos ejemplos de ello en otros países como China, en donde su gobierno ha logrado disminuir la pobreza y las desigualdades sociales.

En México, más del 80% de los empleos están en la pequeña y mediana industria (PYMES). Estoy convencida de que, si se adoptan medidas adecuadas para apoyar a las PYMES, se puede lograr que la pobreza disminuya. ¿Cómo? Mediante incentivos, apoyos, créditos y capacitación. ¡No limosnas, no dádivas!

Si una empresa desea invertir en Chiapas, Oaxaca y/o Guerrero, se le debe ofrecer una serie de facilidades que le hagan atractivo el invertir. No pagar impuestos durante un tiempo determinado; regulación de los trámites para su establecimiento, créditos blandos, si es necesario; cursos sobre emprendedores y, ¿por qué no? vinculación con los centros de investigación tecnológica, para que a través de pequeñas o medianas innovaciones, el empresario sea más productivo, más competitivo y así, más exitoso. También son indispensables programas de capacitación para que la empresa cuente con mano de obra actualizada , así como para que los empleados estén mejor preparados.

Ciertamente, no estoy “descubriendo el agua tibia”. Lo que mencioné anteriormente se ha expresado en diversos foros tanto nacionales como internacionales, Sí! Creo que no hay duda al respecto. Lo que falta es que se dé una decisión política enfocada a lograr lo anterior. Que los gobernantes primero “se pongan las pilas” y piensen antes en los ciudadanos que en los votos y segundo que acepten negociar con los empresarios, para que ambas partes coincidan en el qué, el cómo y, sobre todo el cuándo, o sea, ¡ya!

No es cuestión de ideologías, es cuestión de responsabilidad y compromiso con los mexicanos!!!