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REFUGIADOS Y PAÍSES EUROPEOS

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El barco Open Arms y los Refugiados

Por: Miriam Weissberg

Esta mañana, viendo en Euronews  una entrevista que se le hizo al Director del Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre los Refugiados (ACNUR), a propósito del problema de los refugiados en el barco Open Arms, que ha tenido enormes dificultades para ser recibido en algún puerto europeo, habló largo y tendido sobre la gran responsabilidad que los países europeos tienen con los refugiados que se lanzan al Mar Mediterráneo, tratando de salvar sus vidas de la terrible situación que viven en sus países de origen. Y mencionaba, sobre todo, el compromiso que habían adquirido algunos de esos países de la Unión Europea, como Alemania, al respecto, considerando que, a pesar de todos los problemas que acarreaban a sus naciones el aceptar a tantas personas que llegaban en condiciones verdaderamente lamentables, lo aceptaban como una obligación sobre todo de índole moral. También hizo referencia a la respuesta en ese sentido, de los países latinoamericanos ante el creciente número de refugiados venezolanos que tratan de escapar de una situación de verdadera miseria.

Y escuchándolo, me vuelvo a preguntar, como lo he venido haciendo desde hace varios años, cuando se ha hablado de los refugiados sirios que tenían que abandonar su país, ante una situación verdaderamente terrible, amenazante y sin tener otra salida; ¿por qué todos aceptan la responsabilidad de los europeos ante estos refugiados y nadie se pregunta o bien se ocupa de negociar y, tal vez insistir, en que los países árabes, que cuentan con todos los recursos tanto económicos como culturales y religiosos para recibir a todos estos inocentes, no lo hacen? ¿Por qué se les libera del compromiso moral que sus líderes deberían tener?

Simplemente, en el pueblo de Mina, cerca de La Meca, en Arabia Saudita, tienen los gobernantes 100,000 carpas, perfectamente acondicionadas con aires acondicionados, lámparas, alfombras, sanitarios, etc., para recibir a los feligreses musulmanes durante su celebración del Ramadán. Estas carpas son ocupadas 2 días al año. Los 363 días restantes están vacías y su capacidad es para albergar a 3,5 millones de personas. ¿No sería posible que ahí albergaran a refugiados ?

Hace algunos meses, me enteré que existía un Acuerdo entre Alemania y Turquía, para que éste país recibiera a cerca de 3 millones de refugiados sirios, a cambio de un fuerte apoyo económico de muchos millones de euros que Alemania le otorga a Turquía. ¿Por qué no existen otros Acuerdos como éste, con países árabes que tienen la capacidad de recibir a miles de personas en desgracia?

Y, entonces, me viene otro cuestionamiento. ¿Por qué el ACNUR no acuerda con los países árabes que contribuyan a aliviar la desgracia de tantos refugiados que ya sea desde Siria, desde Libia, desde distintos países se lanzan al Mar Mediterráneo? Es obvio que no hay una ley o un Derecho Internacional que obligue a un país a recibir y aceptar como residentes a migrantes o refugiados. Es clarísimo que es el caso de los países árabes, que no hacen nada para aliviar la miseria de correligionarios. Y esta conclusión, me llevó a otra, difícil para mí de aceptar, pero que, ante estas evidencias, me hacer pensar que tal vez no estoy equivocada.

Exactamente ha sucedido lo mismo con los refugiados palestinos. En 1948, después de la Guerra de Independencia entre Israel y varios países árabes que se negaron, desde entonces a aceptar la existencia de un Estado Judío, al vencer este país, el resultado del conflicto bélico fue que más de 550,000 palestinos quedaran en condición de refugiados y que nunca han sido aceptados, asimilados y apoyados por ningún país árabe. Precisamente, este es uno de los grandes problemas que el ACNUR viene enfrentando desde hace 70 años. Si, en su momento, Egipto, Jordania y Líbano hubieran hecho frente a su responsabilidad con estos refugiados, como sí lo hizo Israel con los judíos que fueron expulsados de los países árabes donde residían y que fueron aceptados, apoyados y cobijados por el Estado de Israel. Si los gobernantes árabes, insisto, hubieran actuado con la sensibilidad y la decencia humana de aceptar a tantas personas en desgracia, en vez de utilizarlos como arma política para obtener apoyo y recursos internacionales, sobre todo de Europa, el conflicto palestino-israelí, no existiría. Y seguramente, ya se habría dado una negociación madura, inteligente y responsable, para que existieran dos Estados, uno judío y otro árabe, conviviendo en paz!!!

La responsabilidad de tanta muerte y tanta desgracia no es de los países europeos, ni de los israelíes, ni es de los palestinos. Es de seres humanos ambiciosos, ¡¡¡enfermos de poder, que anteponen sus mezquinos intereses personales a los de sus congéneres!!!