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ZUGARRAMURDI. EL PUEBLO DE LAS BRUJAS ENTRE LA REALIDAD Y EL MITO

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ZUGARRAMURDI. EL PUEBLO DE LAS BRUJAS ENTRE LA REALIDAD Y EL MITO

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Zugarramurdi es un pequeño pueblo situado al norte de España en la localidad de Navarra. En la actualidad cuenta con aproximadamente 250 habitantes. El lugar está rodeado de un magnífico paisaje boscoso dentro del pueblo en donde se pueden hallar hermosas casonas rústicas y calles angostas.

El pueblo no solo es conocido por ser considerado uno de los pueblos más bonitos de Navarra sino por la condena que sufrieron más de cuarenta vecinos por acusaciones de brujería en 1610, en su mayoría mujeres. Este suceso crea una densidad diferente al ambiente de Zugarramurdi. Llegar al pueblo conociendo su historia cambia la percepción del lugar y uno tiende a respetar el espacio que estuvo manchado de esta impresionante y trágica matanza.

La persecución comenzó después de que en 1608, una joven de 20 años llamada María de Ximildegui, afirmó haber estado con brujas de la zona en las cuevas bailando desnudas para el diablo y untarse extrañas pócimas por todo el cuerpo. Estas declaraciones desataron que otros vecinos denunciaran haber visto a mujeres también en las cuevas reunidas en lo que llamaban “Aquelarres”. Reuniones que organizaban para llevar a cabo rituales o hechizos. Todas estas denuncias llegaron a oídos de la Santa Inquisición, obligándolos a tomar la decisión de desplazarse hacia el pueblo y comenzar a hacer una investigación a fondo.

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En el año siguiente, el Santo Oficio, se llevó a 4 mujeres que se declararon brujas y nunca lo negaron. Otras 6 personas se declararon brujas y después dijeron que era mentira, que habían sido presionadas por las autoridades para confesar algo que en realidad no habían hecho.

Después de todas las denuncias y declaraciones, la Inquisición decidió culpar a un total de 53 personas. Ellas fueron llevadas a Logroño en donde serían encerradas y enjuiciadas. Durante el encierro, tanto hombres como mujeres, fueron torturados terriblemente, varios murieron a causa de esto.

El 7 de noviembre de 1610 se llevó a cabo el Acto de Fe, a partir del cual se acusó a 21 personas de delitos menores, como encubrimiento, 21 fueron perdonados después de haber asumido sus culpas, y 11 fueron condenados a la hoguera y quemados al día siguiente.

Después de estos atroces hechos, en 1614, la Inquisición declaró que había cometido un error ya que no tenían pruebas suficientes para culpar de brujería a las personas, incluidas las que habían sido enviadas a la hoguera. Todas habían sido declaraciones sin fundamentos que habían hecho vecinos, tanto mujeres como hombres, adolescentes y niños que comenzaron a tener pesadillas por el pánico que desataron las diversas historias que escuchaban.

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Como menciono anteriormente, las personas acusadas de brujería en su mayoría habían sido mujeres. Entonces ¿fue un acto de violencia en contra de las mujeres? ¿Un feminicidio masivo? Mucho se habla de que la persecución de brujas en distintas partes del mundo era más un acto de machismo que un acto de protección de los pueblos y sus habitantes por parte de la iglesia. Se dice que las mujeres acusadas de brujas eran mujeres que tenían conocimientos más amplios de medicina, astrología, herbolaria, entre otros temas, y que por lo que se les criticaba y se les acusaba de hechiceras, por envidias. Los famosos aquelarres, eran las reuniones que esas mujeres tenían para transmitir sus conocimientos a jóvenes que querían seguir sus pasos. No hacían pociones mágicas para destruir el ganado o los plantíos, tampoco hacían hechizos para que lloviera o hubiera sequía. Ellas, al saber de ciertos temas, avisaban a sus comunidades cuando se avecinaban tormentas con el fin de resguardarse, avisaban también cuando plagas infestaban a los animales y morían, podían decir las causas. Pero no porque tuvieran el poder de ver el futuro en una bola de cristal, sino porque eran mujeres estudiadas, eran mujeres preparadas que investigaban, indagaban y buscaban nuevos y mejores resultados a sus preguntas o a ciertos fenómenos. Ellas, las brujas, eran condenadas por ser mujeres inteligentes.

Las cuevas de Zugarramurdi

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Dentro del increíble paisaje del pueblo se encuentra una cueva de unos 120 m de longitud y de 22 a 26 m de amplitud que lleva, a un extremo, a un pequeño arroyo. Esta inmensa cavidad es conocida como La Cueva de las Brujas. La primera parte de la cueva recibe el nombre de La Regata del Infierno por ser el lugar en donde supuestamente se llevaban a cabo los aquelarres, las danzas oscuras, las orgias a la luz de la luna y los sacrificios.

La cueva, envuelta por el misterio y las leyendas, es un lugar sin duda impresionante. Al entrar uno puede notar el cambio repentino de temperatura y el olor tan peculiar a minerales. Incluso en algunas zonas se puede percibir un olor a azufre, que en la antigüedad los pobladores relacionaban con la presencia del demonio en el sitio.

El pequeño arroyo que rodea todo el bosque emite un sonido ambiental que al mismo tiempo irradia calma y te acerca más a la naturaleza, también genera un aire un tanto tenebroso. Se dice que el agua es un portal que permite la libre circulación de las almas y de los espectros. La energía que emite ese arroyo en las Cuevas de las Brujas es sumamente notoria y muy poderosa. 

Al salir de las cuevas, sentí un cansancio físico por el recorrido largo y en algunos momentos difíciles por las rocas y el piso en desnivel del lugar, mi energía se encontraba tocada por este sitio. Por un lado, pensaba en las injusticias que se vivieron en ese sitio angustia, pero a la vez provoca un sentimiento de respeto ante los hombres, y sobre todo las mujeres que atravesaron esa tremenda persecución. Por el otro, la naturaleza es más poderosa que el hombre, y puedo decir que el bosque se ha limpiado de todas las atrocidades permitiendo que el lugar albergue una energía que de cierta manera limpia la propia mente y su interior. Sin duda es un recorrido que vale la pena hacer. Siempre con el respeto que la historia merece y la admiración hacia la naturaleza y a la energía que en ese sitio se encuentra desde hace miles de años.

Por: María Fernanda Trinidad Hernández, 13 de Noviembre

Con Información de Revista Personae